Hoy quiero compartir uno de esos platos de los que podemos aprovechar para una cena improvisada con invitados, y que casi podemos preparar ¡¡cuando estén llamando al telefonillo!! Únicamente necesitamos unos tomates, queso, y unas hierbas aromáticas, decidme ¿¿quien no tiene esos ingredientes en casa??

El motivo de ofrecéroslo hoy estos tomatitos al provolone, es porque esta receta va dedicada a mi querida prima Ana por su cumpleaños. ¡Feliz cumpleaños prima! Y es que hace ya tiempo que vive sola en Escocia y entre la necesidad de sobrevivir y la excusa de “querer lucirse”, pues está haciendo sus pinitos en la cocina. Y aunque esté no es un plato típicamente español, pues le puede hacer quedar estupendamente y en un plis.

Yo he empleado queso provolone porque a parte de tener un sabor riquísimo, no es un queso de los que se desparrame demasiado cuando se gratina, si lo dejas el tiempo exacto, claro, y eso ayuda a mantener la presencia del plato. Pero el queso lo podeis escoger vosotros, mozarella, queso de cabra, queso azúl, queso del País, torta del casar….

Ya teníamos unos tomatitos rellenos de guacamole y salmón bien aparentes, pero en versión fría. Espero que incluyáis esta versión en vuestros “imprescindibles” porque ¡Es Pan Comido!

Ingredientes para 4 personas

• 4 Tomates redonditos
• 1 rodaja de queso provolone
• Finas hierbas
• Rúcula o mezcla de hojas verdes para decorar

Cómo lo preparamos

Paso 1. Hacemos dos cortes pequeños en los extremos de los tomates para que se tengan en pie  y los partimos por la mitad. Les retiramos las pepitas con un chuchillo. Las pepitas las podemos usar para añadirselas a cualquier guiso, a una salsa de tomate, a un salmorejo, o a un gazpacho.

Paso 2. Con ayuda de un cortapastas redondo, recortamos el queso para que entren en el interior de los medios tomates. Si no tenemos cortapastas, bastará cortar  con un cuchillo el queso del tamaño para que quepa dentro del tomate.

Paso 3. Con el horno precalentado, introducimos los medios tomates vacíos durante 10 minutos a media altura. Luego los rellenamos con el queso y espolvoreamos con las finas hierbas y volvemos a hornearlos en la parte de arriba del horno durante otros 4 minutos más o hasta que el queso esté fundido.

Paso 4. Decoramos con rúcula o cualquier mezcla de hojas verdes.

Trucos

• Si os gustan las anchoas, en el último momento, podemos añadir una anchoa encima del queso y le dará un toque delicioso.
• Podemos sustituir el queso provolone por cualquier otro que nos guste. En ese caso tendréis que estar pendientes del gratinado porque puede que precise menos tiempo.

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